viernes, 9 de octubre de 2009

La dependienta de Gucci


Era muy temprano y teniendo en cuenta que estaba por baja de "estres", aunque la prensa lo ha cambiado por "retiro por desintoxicación", si es que vas un día a una fiesta en un barquito y ya te ponen de alcohólica para arriba, entre nosotros, ya sabéis porque fue eso, la culpable de ese día fue la chupachup, no mis "supuestos" problemas con el alcohol, como decía, me eche a la calle solamente equipada con lo puesto, mi melena suelta y perfectamente lisa, mis Manolo Blahnik, un suéter rosa pálido de cachemir y una falda entallada a la rodilla color blanca, cuando de repente vi el amor de mi vida tras un cristal, se llamaba "bolso" de apellido "Gucci", tengo muchos bolsos pero ese era especial, quizá fuese el primer bolso de mi vida como nueva lesbiana, no lo sé pero el destino me lo puso delante y bien se sabe que hay que hacerle caso al destino.


-Buenos días, me dijo una chica preciosa de metro ochenta más o menos, pelo oscuro y brillante por los hombres, una sonrisa que, perfectamente, hubiese servido para un anuncio de dentífricos y los ojos rasgados marrones oscuros.


-¿Puedo ayudarla en algo señorita?


-Si, estaba interesada en el bolso del escaparate, si a mi me gusta, le gustará a cualquier mujer.


Cuando dije esto lo hice con la mayor inocencia de veras, pero creo que la dependienta creyó que le estaba haciendo un comentario irónico y me contestó:


-Estoy segura de que si, aunque si me lo permite, creo que gusta más por la que lo llevará.
DIOSSSS el destino otra vez, acaso hoy solo tiene que trabajar conmigo,
Después de darme un bolso y guiñarme un ojo, tan rasgado que pensé que se le había metido algo dentro cuando me lo guiñó, me marché con mi bolso.


A las siete de la tarde llegue a casa y cuando fui a hacer el trasbordo de pertenencias a el nuevo hogar de estas, abrí el Gucci y me encuentro una nota con un número de teléfono y una nota que decía "me gustaría que lucieses ese bolso cenando conmigo".


Eso me pasa por ir de guarra, aunque solo sea en el pensamiento, lo cierto es que ya tengo novia, me pregunto si siempre será tan fácil conseguir que una mujer hermosa se fije en otra, ojalá hubiese sido así con los hombres, pero ellos perdieron su tren y ahora no les queda de otra que sufrir contemplando como disfrutan de mi otros... mejor dicho, otras.

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