Y después de la tormenta... más tormenta

Faltaban diez minutos para que empezase la premier, de la nueva película de Jason Matrix, Jason era un viejo amigo mio, lo conocí antes de toda la vorágine de mi fama, Jason casi se puede decir que se crió conmigo cuando los dos eramos los protagonistas de la serie que nos lanzó a la fama “cosas de críos”, en ella teníamos unos seis años y fue entonces cuando nuestras carreras despegaron, para ser sincera nunca he tenido la necesidad de pisar la oficina del paro y al paso de los años a la vista queda que a ambos no nos ha ido del todo mal, él es uno de los más cotizados actores de la industria cinematográfica y mi carrera de cantante y actriz no me va del todo mal.

Fue cuando bajé de la limusina que me dejó en la misma entrada del teatro donde se iba a realizar el pre-estreno de su última película cuando la lluvia de flashes calló sobre mi como agüita de mayo, y armada con un vestido de Oscar de la Renta, unos Manolos Blanhik y una cartera a juego desfilé con mirada alta y sonrisa ensayada y automática y me hice sitio en el interior.

Cuando me encontré con Jason me dio un enorme abrazo y me preguntó :

-Me he enterado de tu última ruptura, debes de estar destrozada.
-No sé de que me hablas. Dije con cara de falsa incredulidad, en el fondo sabia que se había enterado de lo de esa chica, no sé como siempre se enteraba de todo.

-¿De verdad que no sabes, tendré que ir a comprar por alguna tienda a ver si me dicen algo?
-No sé como lo haces pero siempre consigues saberlo todo de mi. Le dije con cierto sarcasmo.
-Suelo hacerlo con alguien me importa. Me espetó

-Stella no pierdas el norte, sabes que al final lo único que nos queda y todo esto depende de que tengas el coco en su sitio, la belleza todo eso, aunque no lo creas es secundario.

-Lo sé Jason, pero antes dime como te enteraste de lo de esa chica...

-Últimamente no has puesto demasiada la televisión, ¿cierto?...

En ese momento llegó la azafata para dirigirnos a nuestros asientos correspondientes para dar comienzo a la película, pero no le hice caso a la cinta durante la hora y media que duró, en mi cabeza no dejaba de sonar esa frase que me había dicho Jason, tal vez la china sacó tajada a mi locura transitoria pero eso debería estar penado legalmente, a fin de cuentas tuve una crisis de identidad sexual y por tanto es un delito contra la salud, ¿no?. Y porque mi representante no me ha llamado para decirme nada... todo era muy raro...

Cuando acabó fui directa a mi amigo.
-Jason por favor termina de contarme a que debo atenerme. Le dije con cierto nerviosismo mientras le agarra por el brazo para que centrase toda su atención en mi.

-Cariño, esa chica ha vendido vuestra tórrida relación por la televisión, no entiendo como no has sabido nada, te aconsejaré algo, si tienes pruebas destruyelas y niégalo, metele un puro, si tienes la suerte de que todo te salga bien deja de hacer la gilipollas y centrate.

Acto seguido se dio la vuelta y me quedé en una especie de estado de shock, sé que tenia razón pero todo esto me superaba, mis jugadas siempre me habían salido nunca nada me había pasado factura, y por lo que veía esta factura iba a tener un precio muy alto a pagar.

Cuando el amor acaba

-Creo que esto no funciona, no estoy preparada para estar en una relación ahora, lo siento, no eres tú, soy yo...

y salió llorando, pobre mujer, no es que quiera ser cruel pero no íbamos a ninguna parte así, creo que a mi las mujeres no me van ,pero tenia una crisis de identidad sexual y quería saberlo, tampoco es tan grave, ¿no?.

La cena

Aún me pregunto porque demonios fui pero lo hice, esta crisis emocional tenia que finalizar así que sin pensarlo lo hice.

-Buenas noches, estás preciosa.- me dijo la china dependienta, realmente no era china, pero para mi y para vosotros lo es.

-Gracias, pero lo cierto es que es el bolso, que me hace resaltar los rasgos de la figura.- ¿De verdad dije eso?, dios va a pensar que soy una completa lerda.

-eres muy ocurrente, por cierto me llamo Lindsay

-Yo Stella, encantada.

-sé perfectamente quién eres, vivo en Nueva York, repuso Linsday, lo cual me dejo ciertamente cortada, aunque no sé porque, creo que la situación me superaba.

Después de haberme cenado un plato de nombre francés que te dejaba con más hambre que el perro de un ciego, y una botella de vino enterita me invitó a su casa, y yo fui.
La casa era un loft, se veía que tenía buen gusto, el suelo era de parqué, los sillones tapizados en piel negra, y el tono de las paredes era entre un morado y violeta.
Me llevó al sofá y empezamos a hablar de la familia y esos temas de los que hablan los que no son nadie, hasta que me besó, es raro besar a alguien y que ese beso sepa a pintura de labios de mandarina, además no picaba, estoy acostumbrada a besar a hombres de perilla o barbas de tres días sin afeitar, sin embargo no sé si me gustó o no.

-Oye Lindsay, quiero ir despacio, la última novia que tuve se aprovechó de mi y me hizo mucho daño. -Tenía que decirle algo que le diera drama al asunto.

-No sabia que habías estado con otras mujeres, siempre se te han conocido por la prensa escarceos con hombres.

-Lo sé, entre tu y yo, no quiero que nadie lo sepa, podrían utilizarlo para hacerme daño.

Sé que es una estupidez pero algo tenia que decirle aunque en Nueva York ser lesbiana y famosa comienza a ser como ir a comprar cada día, algo muy normal.
Me despedí de ella y quedé en llamarla al día siguiente, pero lo cierto es que no lo hice, no quiero que piense que estoy coladita por sus huesos porque nos acabamos de conocer...joder empiezo a hablar como una de ellas...

La dependienta de Gucci

Era muy temprano y teniendo en cuenta que estaba por baja de "estres", aunque la prensa lo ha cambiado por "retiro por desintoxicación", si es que vas un día a una fiesta en un barquito y ya te ponen de alcohólica para arriba, entre nosotros, ya sabéis porque fue eso, la culpable de ese día fue la chupachup, no mis "supuestos" problemas con el alcohol, como decía, me eche a la calle solamente equipada con lo puesto, mi melena suelta y perfectamente lisa, mis Manolo Blahnik, un suéter rosa pálido de cachemir y una falda entallada a la rodilla color blanca, cuando de repente vi el amor de mi vida tras un cristal, se llamaba "bolso" de apellido "Gucci", tengo muchos bolsos pero ese era especial, quizá fuese el primer bolso de mi vida como nueva lesbiana, no lo sé pero el destino me lo puso delante y bien se sabe que hay que hacerle caso al destino.

-Buenos días, me dijo una chica preciosa de metro ochenta más o menos, pelo oscuro y brillante por los hombres, una sonrisa que, perfectamente, hubiese servido para un anuncio de dentífricos y los ojos rasgados marrones oscuros.

-¿Puedo ayudarla en algo señorita?

-Si, estaba interesada en el bolso del escaparate, si a mi me gusta, le gustará a cualquier mujer.

Cuando dije esto lo hice con la mayor inocencia de veras, pero creo que la dependienta creyó que le estaba haciendo un comentario irónico y me contestó:

-Estoy segura de que si, aunque si me lo permite, creo que gusta más por la que lo llevará.
DIOSSSS el destino otra vez, acaso hoy solo tiene que trabajar conmigo,
Después de darme un bolso y guiñarme un ojo, tan rasgado que pensé que se le había metido algo dentro cuando me lo guiñó, me marché con mi bolso.

A las siete de la tarde llegue a casa y cuando fui a hacer el trasbordo de pertenencias a el nuevo hogar de estas, abrí el Gucci y me encuentro una nota con un número de teléfono y una nota que decía "me gustaría que lucieses ese bolso cenando conmigo".

Eso me pasa por ir de guarra, aunque solo sea en el pensamiento, lo cierto es que ya tengo novia, me pregunto si siempre será tan fácil conseguir que una mujer hermosa se fije en otra, ojalá hubiese sido así con los hombres, pero ellos perdieron su tren y ahora no les queda de otra que sufrir contemplando como disfrutan de mi otros... mejor dicho, otras.

Cambio de planes

Y pensar que podía haber sido el padre de mis hijos, ja!, mi bailarín no ha querido saber nada de mi, todo por haberle dicho a una vieja que se diera prisa al cruzar el paso de peatón, tanta sensibilidad me abruma...

De todas formas no me importa porque ya me he declarado anti-hombres, no quiero ser la esposa de nadie porque acabaré convirtiéndome en la esclava con un bombo y la cabeza llena de rulos mientras mi marido estará bebiendo cerveza, gordo, viendo la tele esperando un trabajo que nunca buscará, esa es la vida que me espera junto a un hombre
aunque solo sea una excusa que encubre la mala suerte que tengo en el amor.

aunque no sé si hacerme lesbiana, creo que las lesbianas son las que mejor viven, están con mujeres que saben lo que necesitan, saben cuales son sus necesidades, saben que cuando nos baja la regla solo el chocolate nos ayuda a superar el mal humor, y en la cama porque ya ni os cuento, sería como acostarme conmigo misma.

DECIDIDO a partir de este mismo instante soy lesbiana.

El amor

He comprobado que el amor en nuestros tiempos es difícil, realmente difícil, el amor está en crisis, la gente no quiere comprometerse solo buscan rollos sin sentido, que no es que este en contra, pero una tiene que saber darse más de si misma más que apagarle el calentón a un tío y a mi misma.

He estado con actores, músicos, directores de cine, y la verdad es me siempre decía que eran los hombres de mi vida cuando empezaba a salir con cada uno, ya una le llama "el amor de su vida" a cualquiera que pase por delante en ese momento, pero todo es diferente.

Cuando una es famosa todo esto es más retorcido y si eres guapa y tienes un cuerpo de infarto, como es mi caso, pues es rizar el rizo, pero cuesta, cuando un tío se te acerca en la discoteca y empiezas a hablar con él, te das cuenta de que es el hombre de tu vida, y luego descubres que solo busca grabar y sacar todo lo que pueda del momento para decir que estuviste con él y hacerse el mes conmigo, es por eso que ya una no puede fiarse de un hombre cuando se acerca, y claro, creo que eso es un señal de que probablemente me quede solterona, es una pena muy grande, más que nada porque es desperdiciar un plato único y eso si que es imperdonable, que bastante castigado esta el mundo ya.

Acabo de conocer a un chico, es un bailarín de la compañía que contraté para la gira de mi último disco y no sé, no quiero adelantarme a los acontecimientos pero...creo que es el amor de mi vida.

La fiesta del yate

Riiiiinggg, suena el teléfono, contesto:"¿si?"

"somos los representantes de dolce y gabanna, queda usted invitada a la fiesta que se celebrará esta noche en el yate privado D&G"

que originales son los famosos a la hora de bautizar a sus pequeños, eso de pequeño es una metáfora porque solo su eslora tiene más metros cuadrados que la piscina de mi casa de Marbella.Hace cosa de seis meses fui imagen para estos artistas de la moda, luego como ya se sabe una rubita agraciada entra en gran hermano, gana y acaba arrebatandome el puesto por cobrar menos, tener las tetas más grandes y las piernas más flacuchas, en fin son gajes del oficio, una sabe cuando se mete en esto que la cantera se renueva en los momentos más inesperados, aún así mantuve esa amistad con los diseñadores.

un vestido que quita el hipo, unos zapatos de tacón alto y mi larga melena más rubia que nunca, estoy dispuesta a arrasar esta noche en esa fiesta.
"Cuando pensé esto, no imaginé que la noche depararía en un titular de prensa a la mañana siguiente"

Pero todo tuvo un motivo, al llegar saludé a los invitados, tenemos un código para ser las reinas y consiste en saludar a todos los demás como si nos conociéramos de toda la vida y llevásemos años sin vernos, aunque realmente no conocía a nadie por allí, a quién si conocía fue a un ser escuchimizado que pasó por delante de mi y clavo sus diez centímetros de tacón en la punta de mi zapato derecho produciendo que mi dedo gordo latiese casi con más fuerza que mi corazón...

"Vicky cariño, ¿como estás?, muak muak (no es que sea una falsa pero cuando te sigue una lluvia de flashes a cada paso una tiene que quedar bien).

"Muy bien"- contesto ella.Veo que sigues estando igual que siempre.

decir eso es una declaración de guerra, una puede estar más guapa, más delgada o más gorda pero decirme en una fiesta en la que voy totalmente seductora, que estoy igual que siempre es como decirme que estaría más guapa si hubiese aparecido después de estar durmiendo como una mendiga seis días, porque de esa manera iría diferente.

"Gracias cielo, tú tampoco has cambiado nada, aunque dejame decirte que si que he cambiado en algo hoy, creo que he perdido un dedo tras tu pisotón". Siempre he sido muy irónica y no pensaba dejar que se saliese airosa del asunto.

"lo siento, pero es que estos zapatos, voy tan arriba que casi no veo a quien esta por debajo de mi".

"será zorra..."

El caso es que nos despedimos con dos besos al aire y continuamos como quién no se ha visto.
Mi indignación era tal que cada vez que un camarero pasaba armado con la bandeja y sus copas de champán cogía una y otra y otra, hasta acabar sin zapatos colgada del mástil dando un breve curso de "como lograr convertirse en gimnasta y estar ebria al mismo tiempo".

Si, si no me juzguéis, una mala noche la tenemos todos, pero vosotros por lo menos tenéis la suerte de no salir en las portadas al día siguiente.

"Stella, convertida en más diva que nuca tras su lamentable actuación..." por lo menos sigo siendo la imagen de D&G, aunque no de la manera esperada.