jueves, 23 de abril de 2009

Fashion-week



Para una chica famosa y rica existe una sola cosa más importante que ella misma y es ella misma en uno de los eventos más importantes de la gran manzana "la fashion-week", también conocida como semana de la moda, un fantástico evento en el que desfilan las mejores top-models, a las que van las personas más influyentes y poderosas de distintos mundos, política, cine, televisión, y como no, moda. Cuando me invitan suelo decir que voy porque me gustan la mezcla se sensaciones que me produce la belleza de los colores, las texturas la magia de las diferentes lineas en las que se inspiran los diseñadores para sus colecciones, pero la verdad es que me importa bien poco lo que se pasee por encima de la pasarela, con que se use y me quede bien me vale, todo para y por cometido en la vida, destacar.

Ni tan siquiera creo tener un estilo propio y definido, soy más bien como una especie de maniquí de Zara, a la que un grupo de estilistas y asesores de imagen le ponen e imponen la ropa, porque casi que hasta me visten ellos mismos después de elegirme lo que según ellos "me va".

¿Recordáis los recortables?, aunque no lo creáis de pequeña yo era pobre como vosotros y jugaba con todas esas "cosas" y recortábamos ropa de papel y vestíamos a las muñecas y cada vez estaban más monas y seguíamos poniéndoles más y más encima hasta que las pobrecitas, pese a su condición de papel, ya les era imposible mantenerse en pie con semejante cargo sobre los hombros, pues así es como me siento yo en la vida, excepto hoy... hoy comienza la semana de la moda y Valentino me ha cedido un vestido de 12.000 euros para que lo lleve, vale, vale empiezo a cansarme de mentir y que me cause remordimientos, fueron 15.000 y no era cedido, lo compré como todo hijo de vecino, de vecino rico, quiero decir...


Los detalles de tan elegante vestido no os lo puedo dar, os moriríais de envidia y eso acabaría haciéndome daño porque por si no lo habíais notado estoy sensible, y creo que la terapia funciona porque empiezo a sentir empatía por vosotros, ¿no lo notáis?, bueno, vale, sé que por dentro estáis insistiendo en que os cuente, pues bien, rojo ceñido a la cintura, tipo corsé, y un largo de altura la rodilla, marcando una figura espléndida conseguida a base de sesiones intensivas de yoga, fen-shui (o era tai-chi?), y relajación, impartidas por el mismísimo Dalai Lama, o su primo, el caso es que era calvo, llevaba túnica y decía cosas muy raras de esas espirituales, y todo eso subida en unos Manolos de 9 centímetros de tacón y un bolso a juego, perfecta.

Minutos después llegó la fase de fuego, la de la entrada, en ese momento es cuando sabe si ha acertado en ir o realmente hubiese sido mejor haberse quedado en casa, es cuando la gente y la prensa, tras las barreras, se centran en tu llegada, con el tiempo he aprendido a distinguir un triunfo de un fracaso, si entras y la gente grita cuando te ve, es que gustas, si por el contrario, entras y no miran es que eres mediocre, si miran hay dos subfases; la de que vas divine o que vas horrenda, pero para eso os utilizo a vosotros, los fotógrafos con esas cámaras ante sus caras no dejan que pueda apreciar ninguna señal humana en ellas, pero la gente es la que si gustas grita para que la mires, la saludes, en cambio, si miran a la persona que va detrás o se ríen, lo mejor que puedes hacer es hacer un pozo gigante ante ti y tirarte o enrollarte en esas largas alfombras rojas y salir rodando, pero ese no fue mi caso, triunfé y disfrute de mi día en la "fashion-week".



2 comentarios:

  1. Pues tu blog tambien tiene muy buena pinta... si estas interesada en un intercambio de enlaces... avisanos... pero desde hoy...CutreBryny ya es seguidora tuya... jajaja

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  2. ayns! Diva empiezas a ser lo peor, o sea, ni siquiera tienes que levantarte por la mañana, plantarte delante del armario y decidir lo que te pones ¿Sabes la tortura que supone eso para mí? ¡y encima todo te queda bien! ya, ya...sintiendo empatia ¡y qué más!

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